Bienvenidos a La Palestra Noticias, la revista cultural de La Palestra Ediciones, donde encontrarás notas y entrevistas a aquellas personas apasionadas por su disciplina: Cultura Deporte, Literatura, Viajando, Astrología y Corpore Sano son nuestras secciones.
De los archivos de «Saltar a la Palestra», nuestro programa de radio, rescatamos la entrevista que le hicimos a Inés Moore de Sonríe Siempre Puppe ¡hace ya dos años!
La historia de Pupi (así la conoce todo el mundo) es la de una de esas coyunturas en que uno se pregunta qué es mejor: ¿mantenerse en lo conocido con la vida ya construida, pros y contras asumidos y aceptados? ¿O tira los dados en pos de un horizonte desconocido pero anhelado? La decisión requiere coraje y confianza en la habilidad propia. Y eso es lo que hizo con su emprendimiento de Tintes naturales e impresión botánica.
Desde esa última charla en los albores de la cuarenta, Sonríe Siempre Puppe siguió creciendo a pasos agigantados y este año participó y quedó entre las finalistas del concurso «Mujeres Emprendedoras».
Pero volvamos al principio, a esa tarde cuando nos contó sobre ese paso al vacío que muchos decidimos dar.
—Sí, uno siempre está en el trabajo que te dicen que hay que trabajar, de lunes a viernes, de 9 a 18 hs, pero siempre con un ruido atrás. Entonces, en paralelo, empecé a investigar y a estudiar algo que me apasionara. Creo que el primer paso fue con las flores de Bach, estudiando medicina natural porque no me gustaba la medicina «tradicional». No podía creer la magia que lograban las flores y unas tintes, ¡algo tan natural!
—¿Cómo llegaste a los tintes naturales?
—Durante mi último trabajo, el de la gráfica, me llegó (típico por Instagram) «impresión botánica» y dije: mirá qué bueno para la gráfica. ¡No sabía dónde me estaba metiendo! Resultó ser que explicaban cómo podías transcribir y teñir telas. Ahí descubrí un mundo de tintes naturales alucinante.
—¿Llegaste a proponerlo en la gráfica?
—No, era imposible de proponer. Yo pensé que iba a poder, siempre intentábamos meter cosas sustentables o ecológicas porque soy muy pro eso, pero este tema de tintes naturales era muy difícil. Empecé a estudiar en profundidad sobre tintes naturales.
—Hablas de tintes y también de recolección de hojas. ¿Cuál es la diferencia y cuáles usas vos?
—Hay dos formas: una es la impresión botánica o ecoprint, es a través de hojas, hay gente que lo hace con flores, es como copiar la hoja en la tela.
—Un estampado, digamos.
—Es un estampado. Por otro lado, lo que son los tintes se hacen a través de diferentes elementos de la naturaleza. Es como comprar una anilina, digamos, pero la diferencia es que se trabaja en temperaturas calientes y no es lo mismo que una anilina que se disuelve un sobre y chau. ¡Es toda una movida diferente! Porque tenés que macerar el tinte.
Los que yo uso, más que nada, son la cáscara de cebolla (puede ser la morada, lo ideal es usarlas separadas porque logras colores diferentes); de la palta uso el carozo y la cáscara (da unos tonos rosas viejos muy lindos).
—¡Qué loco que de una fruta verde se llegue a un rosa!
—Sí. Después, lo que hago es que voy recolectando yerba usada y la voy secando, ¡y se logra unos verdes, un lima muy lindos!
Pero lo primero fue investigar porque no todas las plantas tiñen, no todos los desechos tiñen. Hay quienes dicen que podés usar remolacha, pero no dura mucho en el tiempo y en lo particular no me gusta usar lo comestible, me gustaba el tema de usar desechos y cosas que ya cumplieron un ciclo en la naturaleza.
Sonríe Siempre Puppe es una empresa que busca ser sostenible. Desde el punto de vista de conciencia ecológica, los materiales que usa son 100% naturales, y los tintes se hacen con desechos orgánicos. Desde una responsabilidad social, trabaja con una cooperativa del Barrio La Cava en el que enseñan a mujeres de la zona el oficio de la costura al tiempo que trabajan y ganan dinero.
Pupi contó que, su primera gran venta fue de cincuenta pareos que llevó a Costa Rica, luego siguió desarrollando otros productos como individuales, manteles, etcétera. En esta instancia sumó su experiencia empresarial para ver cómo organizar su sueño de dedicarse a eso. Entonces llegó la cuarentena y dio la estocada final: renunció.
—¿Cómo fue ese cambio?
—Es como que de golpe sos una nueva hoja en blanco. Ahí me puse mucho más las pilas. Me puse a teñir a lo loco, empecé a hacer individuales, servilletas, manteles, delantales, líneas de bolsitos, monederos y ahora sigo pensando y creando. Las telas para mí son mágicas, los resultados siempre son diferentes. Nunca logras un resultado igual, depende el día, depende de todo.
—¿Cómo es el proceso de teñido?
—En realidad, lo que yo hago es que las telas las doblo con la técnica shibori, no quiero decir que es shibori 100% porque es una falta de respeto. Es más mi técnica porque esa es una perfección tan perfecta que no lo hago, no sé si soy tan perfecto. Eso lo hago, más que nada, para lograr meter telas grandes en una cacerola y lograr un color pleno. La tela que se hierve en esa tinta tiene que estar muy cómoda, necesitas cacerolas muy grandes.
—Está bueno eso que decías que, aunque digas que vas a hacer diez manteles de la misma tintura, mismo modelo, todos van a ser distintos, cada producto es original.
—Sí, mismo con la tinte. Podes reutilizarla o ir modificándola y el resultado siempre va a ser diferente. Me pasa con la yerba. A veces logro colores con la yerba que, al día siguiente, aunque vuelvo a usarla en la misma tela, el resultado cambió. Mismo con las hojas de los árboles: depende la época del año, la intensidad que puede darte el tanino que tiene.
—Sí, aparte agarras agua con un poco más de cloro y te modificó.
—Sí, sí. Es muy loco, pero el PH del agua es un punto muy importante a la hora del tinte.
—¿Cómo venís con Sonríe Siempre Puppe?
—Enamorada y conociéndome, porque es conocerme en un nuevo rol. Y también es raro porque, quieras o no, tenés que mostrar mucho lo que hacés y a veces uno tiene vergüenza en eso, entonces es difícil y como que todos los días te autodesafiás.
—¿El mayor desafío?
—A mí me resultó loco porque yo dije: siempre fui buena vendedora (de otras cosas) y de golpe con lo mío me siento como que... no sé… Lo que te infla un poco más es cuando la gente que viene a ver los productos, encuentra algo y se queda alucinada: «¿Pero esto lo hiciste con cebolla?» «¿Esto lo hiciste con palta?» Entonces, les cuento un poco cómo es el trabajo y ahí me digo: esto vale la pena; me da fuerzas para seguir.
—¿Qué aprendiste de todo esto?
—Yo siempre fui muy ansiosa y quería todo ya, esto es como que me bajó mil revoluciones y me hizo respetar los tiempos: los tiempos de la naturaleza, cuándo recolectar hojas, ver cada momento. Eso es lindo, de golpe te obliga a frenar y disfrutar cada momento y cada proceso que vas haciendo.
Hasta acá la entrevista de hace dos años. Pero Sonríe Siempre Puppe ¡creció muchísimo! Por ejemplo, hace unos meses se mudó a su propio taller donde da cursos de teñido de tintes naturales y brindando el espacio y las herramientas necesarias para quien quiera empezar o seguir experimentando con el teñido natural pueda hacerlo.
—¿Por qué el nombre de la marca?
—Sonríe Siempre Puppe tiene un propósito: recordar todos los días en algún momento sonreír y transmitir esa sonrisa.
Para terminar o mejor dicho, para seguir conociendo un poco más a esta mujer que le pone pasión a la vida, les compartimos sus respuestas al Cuestionario de La Palestra.
Cuestionario La Palestra
El juego es sencillo, te pasamos seis preguntas de las que él tenía que elegir cinco para contestar. Existe una única regla: cada pregunta debe estar respondida en una oración.
El desafío: el poder de síntesis.
¿Cómo describirías al Destino?
Aceptar el camino que te toca transitar.
¿Cuál es la perdición de la humanidad?
El consumismo.
¿Quién o qué es Dios?
No lo conozco, no puedo opinar.
¿Qué es el teñido con tintes naturales para vos?
Círculo.
¿Qué es el Arte en tu vida?
La libertad para hacer lo que te apasione.